domingo, 6 de diciembre de 2009

Restaurante Acio

El restaurante Acio comenzó siendo conocido por ocupar el lugar del Meia Pataca, y ahora es famoso en Santiago por sus éxitos en el concurso Santiago É-tapas. Su localización en la rúa Galeras (Galeras, 28, tfno: 981577003) lo hace accesible desde el casco antiguo andando. Sigue disponiendo de una amplia barra de entrada, manteniendo la del meson que había antes en el local, donde probar variadas tapas y vinos por copa bien escogidos. La sala es muy pequeña, apenas 6 mesas, con decoración sencilla y de corte moderno. Las vistas de la catedral desde el ventanal del fondo del local son muy interesantes.
La carta presenta una variedad de unos ocho entrantes, y cuatro pescados y cuatro carnes. En nuestro caso nos decicimos por un menú degustación de 35€ (bodega aparte) compuesto por aperitivo, 3 tapas, un pescado y una carne, a lo que se suman dos postres. El pan aceptable, sin especial empeño en destacar por él. De aperitivo nos sirvieron un ravioli de zamburiña con caviar, indicando claramente el tipo de cocina que Iago Castrillón hace. Las tapas-primeros fueron una sopa de ajoblanco tibio de castañas con membrillo, manzana y setas. Quizás con el día que hacía lo hubiera preferido caliente, tras un aperitivo frío, pero me pareció un ajoblanco con un toque muy especial, interesante. Después vino su versión de los callos de mar: algas, garbanzos, langostino aderezado con especias de callos. Bien logrados los sabores, un pelín duros los garbanzos para mi gusto, bien el contraste de sabores con setas y langostino. De tercera tapa tuvimos una tocineta de ibérico con crema de avellanas. Cada vez se ven más combinaciones de este estilo. Bien el punto de cocción de la tocineta, y realmente suave la crema, con su espuma. Un buen plato, pero para tomar en pequeñas cantidades.


El plato de pescado fue un lomo de salmonete sobre fideua de mejillones. Bien el punto del pescado, correctamente sazonado. La fideua de mejillones me decepcionó ligeramente, bajando quizás el nivel de los platos que habíamos disfrutado hasta entonces.
El plato de carne fue la presa ibérica con milhoja de patata a las tres mostazas. Sencilla elaboración pero muy acertada. Exquisita la carne y genial el acompañamiento de las mostazas. Normalmente estamos acostumbrados a acompañar la carne de cerdo con algo dulce, pero en este caso las mostazas conseguían ensalzarla más. Un acierto.

En cuanto a los tiempos en los platos puedo decir que estupendos. Todos los platos llegaron a la vez, nos preguntaron antes de comenzar si no podíamos tomar algo (lógico en un menú que no viene escrito) y llegaron perfectamente de temperatura a la mesa, con tiempo de espera casi nulo entre los entrantes, y muy breve entre entrantes y segundos platos.

El primer postre tenía tal cantidad de elaboraciones que no las puedo recordar todas: algo así como pudin de chocolate y café, helado de aguardiente, virutas de chocolate. Mejor os dejo la foto. Muy, muy bueno.

El segundo postre, no tan innovador y mucho menos elaborado, se llamaba "tarta de queso al revés". Presentado en un vaso de chupito con la crema de frambuesas, el queso y encima la base de galletas desmenuzadas.


Tomamos dos botellas de El Rincón (Marqués de Griñón) vino que personalmente me encanta. Bien el servicio del vino del primero, un fallo grande en el servicio de la segunda botella que no no dieron para probar. No entiendo el servicio de sala que presupone que si una botella está bien todas las demás tienen que salir buenas. Lo siento, pero en mi pequeña bodega a veces tengo sorpresas. Otro detalle que no me gusta es que no nos dejen la botella en la mesa, sino que nos sirvan, manías que tiene uno.

Finalmente un gin-tonic, escogiendo entre una gran variedad de ginebras, bien preparado, aunque lo traen totalmente preparado de la barra. Sinceramente, preferiría que lo preparasen en mesa. No es por nada, pero...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy seguro de que si hubiesen pedido que la botella se dejara en la mesa no hubiese habido ninugun inconveniente, asi como preparar los gins en la mesa.

Unknown dijo...

Seguramente tenga razón, aunque en el caso de los gin tonic no creo que deba ser necesario decir que nos traigan las botellas y nos sirvan el espirituoso en la mesa.
Gracias